26 de diciembre de 2010

Jimi Hendrix "First Rays of the New Rising Sun" (1990)

negro
Mañana se cumplen 40 años de la muerte de uno de los músicos más brillantes de la historia.
Con la Jimi Hendrix Experience produjo tres discos descomunales en una carrera tan breve como imprescindible para la música moderna, los cuales ya fueron reseñados en el blog oportunamente.
En "solitario" dejó discos igual de interesantes y adictivos que los que grabó con su eterna banda, de una consistencia que haría avergonzar a más de uno con ínfulas y pretensiones de artista (que no le llega ni a la mugre de los talones a nuestro extraterrestre de turno).
En esta época estaba acompañado por su amigo del ejército Billy Cox, quien demuestra una solvencia y precisión descomunal acompañando en las zapadas al Gran Jimi. En batería seguía Mitch Mitchell (quien estaba con el desde la Experience), más unos músicos que se habían ido acercándose a Jimi desde diferentes épocas, sobre todo por su creciente adicción a las diversas sustancias que consumía. Entre ellos Juma Sultan en percusión, y los Guetto Fighters en coros.
Con estos músicos, la música que Jimi creaba se acercaba mucho más a las raíces blueseras negras, a la vez que sumaba matices de carácter casi tribal.
Muchas de las canciones que se escuchan en este hermoso disco póstumo fueron grabados durante varias sesiones entre los años 1969 y 1970 en los estudios de Jimi, los Electric Lady, y los Plant también, mientras la banda se encontraba de gira.
Período híperproductivo de Jimi, que cada vez que disponía de tiempo se metía en el estudio a dejar sus marcas para que nosotros las disfrutemos más adelante.
¿Se habrá dado cuanta, él y sus amigos de lo descomunal del legado? No tengo la respuesta. Y no me importa encontrarla tampoco, porque en la búsqueda uno va encontrando joyas como este pedazo de historia, que para más datos fue reeditado hace poco, remasterizado por el ingeniero de sonido original (Kramer, sos un fucking genio!!!), y acompañado cada disco por su DVD correspondiente, en una edición de lujo, con libreto de 35 páginas y todo.
Por cantidad de veces escuchadas, creo que es uno de los discos preferidos de los últimos 2 años. No puedo dejar de escuchar esta seguidilla de perlas, que se suceden a lo largo de casi 70'.
El disco arranca bien arriba con una declaración de principios: "Freedom", con un riff inicial hipnótico, y diciendo "...libertad es lo que quiero ahora...", que si se lee a la luz de la biografía de Jimi ("Room full of mirrors"), tiene mucho más sentido la canción.
La presición de Cox en el bajo hace maravillas en "Izabella", demostrando que la sección rítmica que conformaban con Mitchell, más la percusión fue una de las mejores que acompañaron en su viaje por este planeta al Maestro.
"Angel" es una de las baladas más hermosas del disco, dedicada a su madre, con una letra hasta tierna, e inspirada en las viejas baladas de fines de los '50 y principios de los '60. Como dato de color, esta canción empezó a ser ideada, compuesta en Octubre de 1967, cuando se grabó el primer demo. Pero no lo convenció a Jimi y fue dejado de lado.
En "Room Full of Mirrors" -la canción, no el libro-, tiene en batería a Buddy Miles, con un ritmo frenético y casi voodoo, con guitarras zigzagueando entre el bajo y la batería. Impresionante es poco.
Otra de las canciones hipnóticas es "Dolly Dagger", escrita por la novia de ese momento de Jimi, Devon Wilson (una junkie medio peligrosa, parece)...puro vértigo, la verdad. En "Ezy Ryder", vuelve a aparecer Miles, mientras que Billy Armstron está en percusión, y en los coros otro viejo conocido, Steve Winwood (de Traffic) y Chris Wood.
Otra gran balada es "Drifting", relajada y sutil, entre tanto ímpetu guitarrístico, demostrando -como si hiciese falta- que la cuota de sutileza de la que Jimi era capaz superaba las expectativas de cualquiera.
El pasado aparece de la mano de "My Friend" grabado en 1968 en New York, con una formación totalmente distinta, presentando un Blues de esos que solo Hendrix podía dibujar. Este ultimo en guitarra, bajo y voces; Ken Pine en guitarras de 12 cuerdas; en harmónica Paul Caruso; en piano Stephen Stills y en batería Jummy Mayes, todos amigos de la época de Greenwich Village, para este tema que ya apareció en el "Cry of Love".
Parece que de a poco, el gran Mago iba encontrando nuevos sonidos y texturas que agregar a su arte, pero...mañana se cumplen 40 años desde que se volviera a su planeta y nos dejó con muchas preguntas que hacerle.
Este disco es una respuesta a alguna de ellas.

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