29 de febrero de 2012

Random "Todo.s Los Colores Del" (2011)

¡Que hijos de puta!
Tremendo disco que se mandaron estos vecinos tucumanos, de la mano de un metal ultra técnico e influenciado por infinidad de bandas y estilos.
La verdad es que es difícil elegir por donde empezar...si hasta los estilos están mezclados....arrancando por el Death Metal, el que (a)parece más difuso, pero con el correr del tiempo te pega más fuerte.
Vamos al primer tema. "Cachafaz". No solo sorprende el arranque, sino el vértigo de las guitarras y una base rítmica demoledora, como si pegasen un martillazo en la cabeza sin previo aviso, casi sin darte tiempo para prepararte para el dolor. El final parece cerrar ese círculo extraño abierto, casi explicando el concepto de repetición del psicoanalista francés J. Lacan (de quien aparentemente toman el concepto de estructura). La letra de la canción también me llamó la atención, desde el título (casi un significante perdido en el devenir de la historia), pasando por el juego de palabras en inglés y castellano, que generan un saludable equívoco, hasta esa frase que grita contra la melancolía cuasi tanguera de muchos (Iorio, Malón, teléfono!!!!), que pregonan un pasado mejor por el simple hecho de ser pasado. Resuenan en mis oídos, ese grito primal del querido Flaco Spinetta: "...¡mañana es mejor!...".
Si hablamos de juego de palabras, que puedo decir de "Elchi, John", tal vez uno de los mejores títulos de los que tenga memoria. Y lo más importante de todo, es que da a entender un sentido del humor interesante. Como ocurre generalmente, cuando bajan las revoluciones, dejan de ser extremos para ser ultrapesados, y con un dejo a la Primus, sobre todo en algunas cosillas medio trabadas por ahí.
Cuando quieren sonar pesados e intrincados lo hacen con la mayor naturalidad del mundo, sino escuchen "Tururú", con un riff densísimo mezcla de Pantera y (otra vez), Meshuggah y sobredosis de The Mars Volta, y algunas de las voces más interesantes de toda la breve discografía de Random. En esta canción, es donde sale a relucir unos colores extraídos de la psicodelia más oscura de fines de los '70, de la mano de ese genio llamado Robert Fripp. "Tururú" es una de las perlas del disco, y recuerda mucho a esas bandas que no tienen sentido en pleno siglo XXI: es decir, demanda que uno se siente a escuchar lo que está sonando, porque de fondo puede hacer que te pierdas en el espacio.
Después de esa montaña rusa de sensaciones vertiginosas y apresuradas, y para darte un descanso, te arrullan con "As far as impossible", de breves dos minutos y chirolas...para que tomes aire rápido para meterte de nuevo hasta el fondo de la pileta...lo quieras o no.
Y ese empujón es "Tarzan's Void", un tanto más lento que los demás, y con una demostración de percusión de Marcos Crossa (baterista), que parece tener 8 brazos y un sinfín de recursos técnicos, heredados del ADN de bandas como Tool y/o King Crimson. En este tema está de invitado Matías Orquera en las voces, añadiendo mayor caudal y color al ya de por sí amplio registro de Raúl García Posse, encargado también de las guitarras, que brillan con enormes sutilezas en este momento del disco, incluso con algunas tonadas árabes o algo así (...será?).
"Cuando el blanco no es color" te entrega una aparente sensación de paz y tranquilidad, sobre todo con la compañía de ese violín ejecutado por Julián Palacio Fernández, que me remite a aquellas bandas de principios de los '90 que mezclaban sonidos muy calmos en estructuras emparentadas a la música extrema (Black Metal, por ejemplo). Y cuando parece que al promediar la canción viene el golpe mortal, te descolocan con una bajada más todavía, y lo gris se adueña de tu mente, y te lleva lejos de ese azul que lastima de la portada.
Luego de este extenso relax, llega "Qualm", con unos riffs intrincadísimos y una base mezcla de Opeth y The Mars Volta que te hace pensar en si no te equivocaste de país...y en realidad estás escuchando alguna de esas bandas oscuras (por lo perdidas) europea...es cierto mucho de Tool, pero mucho también de otras cosas, con estructuras ajenas al Metal y al  Rock, y más cercanas al Jazz y su vertiente más experimental.
Terminan a todo Rock Progresivo con "Meeting at...Jabol", y esas pinceladas de Primus por acá no están nada mal, sobre todo en el sonido bien esquizofrénico del bajo de Pablo Lamela Bianchi.
Termina el disco y pienso: con la sección rítmica que tiene esta banda...cual es el límite en la composición? Porque el batero da la impresión de poder hacer cualquier cosa, en compañía del enfermito del bajista. Visto desde ese punto de vista, el violero la tiene fácil, porque no se puede perder nunca.
Ya lo dijo el gran Joe Strummer (creo): "...una banda es tan buena como su baterista..." Y sin desmerecer a los otros dos músicos...acá podemos confirmar dicha afirmación.
Todo lo exhibido en ese extraño e.p. es potenciado exponencialmente en este debut larga duración...y lo tremendo es que no solo no parece una banda tucumana...está a años luz de lo mostrado por infinidad de bandas Argentinas.
Ahora lo que no me gusta del disco: la tapa no solo no refleja el contenido del mismo, sino que incluso te puede despistar...pero puede ser justamente esa la idea, otra forma de salirse del molde.
Otra cuestión que me hace ruido: si bien las influencias están presentes, no son tan obvias. Hasta que bajan los decibeles...en las partes más tranquilas de los temas se cuelan bandas específicas que le restan poder de sorpresa a la ya de por sí sorprendente música del Trío...si, la puta que los parió!!!!es un trío!!!!
P.D.: quedan en el tintero un montón de bandas de referencia...abrumador.
Por si no quedó claro: un disco indispensable.
Vayan a la página oficial de la banda: www.randomtuc.com.ar
y busquen ahí esta maravilla...no sean giles...basta de Iorios y Malones...algo nuevo está en la puerta, y lo tenemos que dejar entrar...después va a ser tarde.

8 de febrero de 2012

Murió EL Flaco 08/02/2012

Nunca pensé que iba a pasar y terminó ocuriendo en el momento menos esperado, como siempre que la Puta Muerte llega.
Hoy cierra sus puertas la Universidad Nacional de Música...porque el Flaco era eso...perdón ES eso.
El Flaco es el tipo que me enseñó sin proponérselo a escuchar y a disfrutar de la música en sus diversas formas.
El Flaco es el que primero me conmovió con su arte y su forma de escribir y cantar. Y siendo un niño (creo que 10 años), gracias a esos tíos piolas que todos tenemos (y que en mi caso funcionó -todavía lo hace de hecho- como un hermano mayor) me ví expuesto a sonidos que 27 (si, 27) años después me siguen conmoviendo como si el tiempo no hubiese pasado.
Claro, ahora que lo escribo me doy cuenta. Con el Flaco el Tiempo se transforma en algo que no es posible asir...y el paso del tiempo se tranforma en una ilusión estúpida que su música/poesía desmiente.
Pero, siempre la Puta Muerte viene a poner las cosas en su lugar...y me viene a recordar que el paso del tiempo no es una ilusión, sino algo muy real, y que por más que uno haga los esfuerzos que cree suficientes para negarlo...la niñez se termina.
Tal ves la sorpresa/angustia/desmoronamiento sea producto de eso.
Tarde me doy cuenta que ya no soy un niño, y "gracias" a la Muerte del Flaco, de "mi" Flaco Spinetta. Ese que mis hijos escuchan y se sorprenden y me conmueven.
Si hacía falta un golpe de gracia para terminar con ese niño...hoy ocurrió. Un martillazo en mi niñez, y una despedida triste como pocas.
Chau Flaco, te voy a extrañar mucho...y nunca sabrás cuanto.
P.D.: chau, me voy a escuchar "Artaud" y "Téster de Violencia"...así, los dos pegaditos.